sábado, 22 de noviembre de 2008

MATEO 9:20-22
20 Y he aquí una mujer enferma de flujo de sangre desde hacía doce años, se le acercó por detrás y tocó el borde de su manto;
21 porque decía dentro de sí: Si tocare solamente su manto, seré salva.
22 Pero Jesús, volviéndose y mirándola, dijo: Ten ánimo, hija; tu fe te ha salvado. Y la mujer fue salva desde aquella hora.
"Confía en Él, confía plenamente;
Que ninguna otra confianza se entrometa,
Nadie sino sólo Jesús
Puede hacer el bien al pecador desvalido."
humillasion ante jesus
Hay que venir ante jesus con el corazón sincero y humillado, reconocer que ante Dios no somos nada, no tenemos nada,
Jesus vino a la tierra a morir por nosotros el se humillo e hizo ese sacrificio por nosotros.
debemos de despojarnos de todo lo que somos y olvidarnos de quienes somos y redirnos a jesus, aveces le pedimos a jesus como si el tubiera la obligasion de servirnos a la hora que fuera y en el tiempo que nosotros queremos.
sabemos que jesus conoce todo lo que necesitamos, esta mujer no le importo cuanta gente estaba ahi, ni que la empujaron ella solo queria tocar el manto de jesus.
hambre de Dios
Esta mujer tenia 12 años sufriendo esta enfermedad de flujo de sangre, ella sabia que el único que la podía sanar era jesus.
Y esa mujer lo busco y lo encontró, “me buscareis y me hallareis porque me buscareis de vuestro corazón La frase descarta esas «búsquedas» que duran unas horas, o algunos días. Aquí se habla de la persona cuya pasión lo consume. Son los que «tienen hambre y sed de justicia». Es el clamor del salmista: «Mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela, En tierra seca y árida donde no hay aguas» (63.1). Para estas personas está reservada una experiencia plena con Dios.
Esta mujer tenia una fe inmensa y ella sabia que ese milagro hiba a ocurrir con tan solo tocar el manto de jesus

CUANDO MIRAS SOLAMENTE A JESUS:

1.- Esta mujer con solo mirar a jesus encontro paz y creyo que su milagro hiba a ocurrir.
2.- cuando una persona no le pierde la mirada a jesus , esa persona esta seguro y protegido por El.
3.-Cuando jesus nos mira, nos cura todas las heridas que hay en nuestro interior aquellas que nadie nos puede curar solo jesus tiene ese amor tan espesial por nosotros que murio y recucito por nosotros para darnos vida y vida en abundancia, el si se lo permitimos nos trasforma en una persona feliz y con mucho amor.
4.- Cuando jesus nos mira trae luz y armonia a nuestro hogar, esta mujer no lo perdio de vista a jesus ella espero el momento en que jesus hiba pasar para buscarlo y jesus que conoce todo el espero que ella lo buscara.
5.-Jesus sabia lo que esta mujer sufria, las noches que paso en vela llorando anhelando que fuera sana el quiere restaurar nuestro corazon.

Que necesitamos para un milagro:
A) Fe, esa fe que no se mira, solamente creyendo se puede tener.
B) Estar dispuestos
C) Que Jesus cierre nuestros pensamientos
D) Darle el tiempo indacado a Jesus
E) Entregarle nuestras cargas
F) Sacrificio de alabanza y de adoracion.


Jesús siempre tiene un tiempo para ti y para mí. No hay momento en el que él esté tan ocupado que no pueda verte, escucharte, comprenderte. Dios siempre tiene un espacio en su agenda para ti. Quizás hayas buscado amigos, parientes u otras personas y estás te han dicho: “búscame después, ahora no tengo tiempo”. Pero Jesucristo, el Hijo de Dios y nuestro Salvador, nunca estará tan ocupado para darte un “después”, porque él mismo dice: “el que a mí viene yo no le hecho fuera”; él está esperando que siempre podamos acudir a él porque tiene un propósito especial para nuestra vida de tal manera que una vez que lo hayamos tocado, nuestra vida nunca más será la misma.
En este pasaje Jesús va con prisa a cumplir una misión, pero a su paso hay tiempo para que otros puedan buscarlo y ser salvos. El tenía una misión para la hija de Jairo, y también para los que iban con él. El tiene un milagro para la hija de Jairo, El tiene también un milagro para mí: Dígalo fuertemente conmigo, EL TIENE TAMBIÉN UN MILAGRO PARA MÍ. Este es tu día para buscar a Dios, este es tu día de salvación, no te vayas con el corazón vacío: extiende tu vida y tócale y recibe de Cristo poder de bendición para tu vida.
I. SEGUIDORES Y ESPECTADORES QUE SOLO BUSCAN SATISFACER SU CURIOSIDAD.
Dice la Palabra de Dios: “y le seguía gran multitud, y le apretaban” (v.24). Toda esta gente tenía la valiosa oportunidad de estar cerca de Jesús, de tocar a Jesús; sin embargo les preocupaba más que haría Jesús con otros, que con ellos. Pensaban de esta manera: “Que le va a hacer o decir Jesús a aquel”, en lugar de, “Que tiene Jesús para mí... que me va a decir... que hará para mí”. En esta hora Jesús quiere hablarte a ti, no mires a tu lado si el otro está oyendo o no, ¡¡¡Escucha tú la voz de Dios para tu vida!!! No veas si Dios hace esto o aquello en la vida de otros, ¡¡¡Deja que el haga una obra grande en tu vida en este día y sal de este lugar bendecido!!! ¡Aleluya! Diga conmigo: SEÑOR, HABLA A MI VIDA... HAZ UNA OBRA EN MI CORAZÓN...
Esta gente seguía a Jesús para ver que haría con otros, yo sigo a Jesús para que él transforme mi vida. Yo no voy atrás de él, YO VOY JUNTO A ÉL Y EL VA JUNTO A MÍ, ¡Gloria a Dios! ¡Bendito sea su nombre! Toda esta multitud tenían cerca a Jesús en persona, pero no querían acercar su vida a él. II. UNA MUJER QUE NO BUSCÓ A JESÚS POR CURIOSIDAD, SINO POR NECESIDAD. Dice el v. 25: “pero una mujer”, había una multitud, pero dentro de esta gente había alguien diferente, con un fin diferente, con un corazón diferente. Muchas gentes llenan hoy las iglesias, pero a veces solo se pierden entre la multitud ¡Que no te suceda lo mismo la ti! Muchas personas irán a la misa, al culto, al estudio bíblico y regresaran para seguir iguales: Tú puedes salir de aquí diferente, bendecido: lleno de la presencia misma de Dios. La presencia de Jesús estaba entre la multitud, pero solo una mujer se dio cuenta de que este era el momento para que ella se acercara y recibiera un milagro para su vida. ¡hoy es el momento en el que tú te puedes acercar a la presencia de Cristo y ser transformado!

La Biblia dice que esta mujer había sufrido mucho: había estado enferma durante doce años con una hemorragia, había sido atendida por muchos médicos y se había gastado todo lo que tenía, y por si esto fuera poco las cosas iban poniéndose peores, ¡pobre, mujer! Estaba toda débil; su rostro era el rostro de la muerte y del dolor. Bastaba con mirarla para sentir lástima por ella y pensar que no tenía ya esperanza.
III. LA MUJER AL VER A JESÚS SUPO QUE SI HABÍA ESPERANZA PARA SU VIDA.
En el v. 27 leemos: “cuando oyó hablar de Jesús” Ella no perdió la oportunidad buscando pretextos para no venir a buscar a Jesús. Cuáles son los pretextos que tenemos nosotros para no acercarnos a Dios, para no dar el diezmo, para no asistir a los cultos, para no leer la Biblia, para no orar, para no tener comunión con él, para no servirle. Esta mujer nos enseña que no hay pretexto que valga para no buscar a Cristo. Ella bien pudo decir: “estoy enferma”, “estoy cansada”, “no tengo dinero”, “no me siento bien”; pero todo eso lo hizo a un lado para buscar y acercarse a Cristo porque creía que cuando tocara a Jesús, jamás se volvería a sentir enferma, cansada. Cristo era su esperanza y también es tu esperanza si hoy reconoces y crees que el puede cambiar tu vida. La gente necesita escuchar hablar de Jesús como esta mujer: él es la esperanza para todos aquellos que viven en pecado, que sufren y están vacíos
1. CUANDO CREEMOS LA ESPERANZA QUE HAY EN CRISTO, NO HAY OBSTÁCULO QUE NOS DETENGA.
Imagínese el esfuerzo que tenía que hacer una mujer enferma, débil y acabada para hacerse espacio entre la multitud. El v. 27 y 28 nos dicen: “vino por detrás de la multitud y tocó su manto. Porque decía: si tocare tan solamente su manto seré salva” ¡Qué gran fe de esta mujer! Hoy mucha gente dice: “¿¡para qué voy a la iglesia!?”, “¿para qué leo tanto la Biblia?, me voy a volver loco”, “¿para qué voy a estar orando tanto?”.
2. CUANDO TOCAMOS A JESÚS, NUESTRA VIDA ES LIBRADA DE LA MALDICIÓN Y LLENA DE BENDICIÓN.
¿Quieres recibir bendición? Deja todos tus pretextos a un lado, vence los obstáculos y deja que Jesús te libre hoy. Tanta gente que estaba apretando a Jesús y seguramente tenían problemas y necesidades, pero solo una mujer supo cómo tocar a Jesús. Todos regresaron a su casa con su curiosidad satisfecha, pero está mujer logró que Jesús supliera su necesidad. ¿Qué vas a hacer tú? Serás como la multitud y dirás: “fíjate que hoy la iglesia estuvo llena, y que cantamos muy bonito y que tal hermano testificó, y que el sonido de los instrumentos falló...” ¿Serás uno de tantos que llega a los cultos para salir igual? O como la mujer: “si tan solo tocare el borde de su manto”. Toca hoy a Jesús.
No cargues más tiempo con tu pecado, con tus problemas, con tus pretextos. Ya no sigas con un matrimonio malo, deja que en esta hora Jesús lo cambie. Ya no sigas lejos de Jesús, llénate de su presencia. Ven, acércate a este altar y toca el manto de Jesús, toca a Jesús y deja que él te toque a ti. Ya no lleves más tiempo tu fracaso, clama a Jesús y dile: “Jesús, sálvame” “AYÚDAME, SÁNAME, LÍMPIAME , TÓCAME...”

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