El que teme a sufrir...

La primera mención del miedo en la Biblia es: “…oí tu voz en el huerto y tuve miedo, porque estaba desnudo, y me escondí” (Gén. 3:10). La caída es el origen del miedo y de la vergüenza.

En Génesis 9:2 encontramos que la creación animal fue sujetada al hombre por Dios con temor y miedo.


El hombre hace dioses de sus temores.

Dice Deuteronomio 6:13-14 “A Jehová tu Dios temerás, y a él solo servirás, y por su nombre jurarás. No andaréis en pos de dioses ajenos, de los dioses de los pueblos que están en vuestros contornos”.
El pecado quita la gloria de Dios y sin gloria el hombre esta lleno de temor y por eso mismo temor significa exclavitud.
el pecado que nosotros cometemos puede ser nuestro propio temor porque cuando hay temor no hay fe y cuando no hay fe no esta el amor de Dios en nuestras vida.
COMO LOGRAR QUITAR EL TEMOR... SE LEE DIFICIL PERO ES FACIL

Adán y Eva tuvieron que regresar a la comunión con Dios para ser nuevamente vestidos, a fin de perder la vergüenza y el temor de la desnudez (Gén. 3:21).

En 1 Juan 4:18 leemos: “En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor.
Hebreos 5:7 dice: “Y Cristo, en los días de su carne, ofreciendo ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas al que le podía librar de la muerte, fue oído a causa de su temor reverente”. ¿De qué manera fue oído Jesús? ¿Acaso fue librado de la muerte? No, sino que fue librado del temor a la muerte por el temor reverente al Padre Celestial.

Nehemías venció el miedo a sus enemigos con el temor de Dios: “Después miré, y me levanté y dije a los nobles y a los oficiales, y al resto del pueblo: No temáis delante de ellos; acordaos del Señor, grande y temible, y pelead por vuestros hermanos, por vuestros hijos y por vuestras hijas, por vuestras mujeres y por vuestras casas” (Neh. 4:14).


Un ejemplo más: Génesis 31:42 y 53 dice que Jacob llamaba a Dios “el temor de su padre Isaac”: “Si el Dios de mi padre, Dios de Abraham y temor de Isaac, no estuviera conmigo, de cierto me enviarías ahora con las manos vacías; pero Dios vio mi aflicción y el trabajo de mis manos, y te reprendió anoche” (vr. 42). “El Dios de Abraham y el Dios de Nacor juzgue entre nosotros, el Dios de sus padres. Y Jacob juró por aquel a quien temía Isaac su padre” (vr. 53).

El pecado roba la gloria de Dios y produce temor. El remedio es:

1.- El amor de Dios.

2.- La gloria de Dios.

3.- El temor de Dios.